Domingo, 2 de octubre de 2022

Nuestra parroquia clausura el Año Jubilar de San Francisco de Borja

Con una solemne eucaristía, en honor a nuestro santo titular

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Eran las doce del mediodía, el barrio de Ruzafa, estaba apunto de vivir un momento histórico, la solemne clausura del Año Jubilar en honor a San Francisco de Borja, que desde el 3 de octubre de 2021, venimos celebrando, con motivo del 350 aniversario de la canonización y el 450 aniversario de la muerte de nuestro santo titular.

La solemne procesión de entrada, ha estado precedida por los acólitos, el turiferario y cruciferario, a continuación la reliquia ex-ossibus de San Francisco de Borja y los sacerdotes concelebrantes junto a nuestro Cura-Párroco, Rvdo. Sr. D. Pedro Miret Giner, quien ha presidido la eucaristía.

La celebración, ha contado con la participación del coro parroquial de voces y órgano, así como de los distintos grupos de la pastoral parroquial, la Asociación Apostolado de la Divina Misericordia de Valencia y representantes de otras asociaciones e instituciones diocesanas.

En su homilía, Don Pedro, ha asegurado que lo que la parroquia ha experimentado en el transcurso de este año jubilar, "no se puede describir con palabras". Cada alma, conoce de cerca las gracias espirituales recibidas, las peticiones elevadas y la misericordia obtenida. Así mismo, ha agradecido la implicación de los grupos parroquiales, cada uno desde sus ámbitos particulares, pero juntos, como parroquia.

Si algo se puede destacar del año jubilar, es lo que nos ha unido como comunidad, como la gran familia que somos. Como frutos pastorales, entre otros, ha destacado "la creación de nuevos grupos, como la catequesis de post-comunión", resultado de lo vivido por las propias familias, en la "misa con las familias". Y ha afirmado que "el año jubilar concluye, pero comenzamos un nuevo curso pastoral, que continuará recogiendo los frutos jubilares, abierto a nuevos impulsos del Espíritu para la vida parroquial"

Nuestro presbiterio, lucía un espléndido cuadro de San Francisco de Borja, traído desde Perú, por un feligrés de la parroquia de Yunguyo (Perú), que lleva como titular al santo duque, también venerado allí como "Tata-Pancho". El hecho es de especial relevancia, pues el año jubilar ha supuesto una repercusión internacional para nuestra parroquia y para nuestra archidiócesis, en torno a la figura del santo Borja.

Al término de la celebración, se han entonado los gozos en honor a San Francisco de Borja, por cuarto año consecutivo. Concluido el canto de los gozos, los acólitos, sacerdotes y el pueblo santo, se han trasladado al atrio de la iglesia, donde ha sido descubierta una placa conmemorativa de mármol, colocada en el lugar donde ha estado representado durante un año, el logo del año santo.

Finalmente, tras rezar la oración jubilar y orar por las intenciones del Papa, en un momento de intenso silencio meditativo, ha quedado clausurada la puerta de la misericordia, que durante un año histórico ha sido fuente de abundantes gracias e indulgencia plenaria. Posteriormente los feligreses que han querido, han tenido de acercarse a los pies del presbiterio, para venerar la reliquia del santo.

San Francisco de Borja, ¡Ruega por nosotros!